El poeta: octubre 2006

domingo, octubre 15, 2006














DEDICADO A UNA BUENA SUEGRA AUSENTE.

Fue en el mes de Noviembre
de un crudo frío de invierno,
cuando tú sin programar el viaje
te fuiste volando al cielo.

Todos estábamos muy tranquilos
creyendo que tú no lo harías.
¿Quién te pudo a ti llamar
que tan voluntaria acudías?

Seguro que viste el cielo abierto
y algún ángel allí te elevó
porque de no haber sido así
a todos nos hubieras dicho adiós.

Ahora ya serás un ángel más
con espíritu y gran corazón
que latirá por todos nosotros
desde lo alto lanzando destellos de amor

Disfruta de esa gran inmensidad
que tú bien lo tienes merecido
a lo largo de tantos años
sufriendo tanto como has sufrido.

Vida corta y vida larga;
viviste con gran intensidad,
¿Cómo en tu cuerpecito pequeño
tuviera cabida tanta humanidad?

De estatura bajita y muy pequeñita
y de una gran generosidad;
eras corazón de talla grande
derrochabas mucha ternura y gran bondad.

Yo que te conocí siendo joven
y como a un hijo tú me acogiste;
siempre te guardo el cariño
que tanto tú mereciste.

Tú me brindaste el apoyo
que tanto yo necesitaba;
me acogiste como a uno más
y me dejaste entrar en tu casa.

Y viéndote y tratando todos los días
algo copié yo de ti;
aprendí a ser generoso
y también a desprenderme de mí.

Todo lo que tenías lo dabas
sin pensar que te pudiera faltar;
eras como los pájaros volando
que tu sustento Dios les proveerá.

Te portabas como una niña más;
cuando aquí con nosotros venías
los niños disfrutaban contigo;
se reían de las cosas que hacías.

Saltabas como las gacelas;
tus piernas cortitas al charco caían;
juntos muy bien lo pasamos
y a nosotros mucha gracia nos hacías.

Fueron muchas anécdotas en tu vida;
las vividas durante tantos años;
eras un eje en la rueda
que siempre estaba rodando.

Desde el cielo tú nos vigilarás
como el azor vigila los pájaros;
no para cogernos del cuello;
sólo para extendernos tus manos.

Y si contigo yo no puedo hablar
y cartas tampoco te puedo enviar
dime, ¿Qué tengo que hacer
para poderme contigo comunicar?

A menudo entras en mis conversaciones;
siempre te tengo como un gran ejemplo;
dime de qué forma me escuchas
para que a mí me sigas oyendo.

Porque como a una madre más
siempre te sigo queriendo
y te seguiré transmitiendo siempre
lo que por ti yo sigo sintiendo.

Verso:

Paseando yo vi una rosa
en un rosal sin florecer;
me pareció tan hermosa;
alguien allí la llegó a poner.

sábado, octubre 07, 2006






















POEMA DEDICADO AL AMOR DE MI QUERIDA ESPOSA.

Me parece que fue ayer
el día que yo te conocí
y el tiempo se va pasando;
tú haces que yo me sienta feliz.

Dicen que el amor no es eterno
y que hay que vivir el día a día
si yo no tuviera tu amor
mi vida se apagaría por días.

Tú eres el mejor diamante
que miro y beso cada mañana;
está colgado en tu cuello
por medio de mis amarras.

Anclas en mi corazón
como un barco amarrado al muelle
que el agua le bambolea
muy suave y alegremente.

Esa sensación de placer
tu cariño provoca en mí;
hace que me sienta aferrado
y cada día duerma feliz.

Yo no concebiría la vida
careciendo de tu amor;
son muchos los años vividos
con tanto cariño y comprensión.

Eres la mejor medicina
que cada día remedia mis males;
sorda como la serpiente no eres;
si me quejo tus oídos abres.

Me apoyas con tu cariño
y escuchas con gran atención;
como lengua de una serpiente
me abrazas y aprietas mi corazón.

Porque eres la mujer entregada
a tu esposo y a tus hijos;
eres como una verdadera esclava
que sólo te paga el cariño....

Y en las noches más serenas
de luna llena y cielo estrellado
los dos juntos al oído nos susurremos,
nos besemos abrazados e ilusionados.

Contigo no me hace falta nadie
que distraiga mi atención;
ocupas todo mi tiempo;
te llevo en mi mente y mi corazón

Me estoy haciendo muy mayor
y me siento como un niño;
no quisiera despegarme de ti;
tú eres el cielo y yo el angelito.

Tú serás siempre mi trampolín;
harás que me mantenga en forma;
serás mi balsa y piscina,
mi toalla, crema, mi tumbona.

Y yo seré para ti,
el panal de tu colmena
donde serás la abeja reina
de todo lo que te rodea.

Y ya para despedirme,
con este poema de amor
del jardín de juventud
me llevé la mejor flor.

Es la flor de pensamiento
de un colorido especial,
que al alba abre sus ojos
y al atardecer los suele cerrar.

Creo en el amor eterno
y pido a Dios un gran deseo;
que si algún día pierdo el norte
antes te de un beso de agradecimiento.

PIROPO

Eres la lluvia de cada día
que refresca mis sentidos.