El poeta: enero 2007

jueves, enero 04, 2007

Memorando a dos padres ejemplares con motivo de la navidad.










Lazos de la unión familiar
muchos años ya pasados de largo,
años de grande y duro recorrido
de vida dura y de mucho trabajo



La pobreza vivida después de la guerra
a todo el mundo le hizo madurar
y acostumbrados a vivir con lo mínimo
buen partido a todo se solía sacar



Así recuerdo siendo muy niño
a esa madre buena y ejemplar
que para ahorrar un puñado de trigo
de La Camposa con cardos volvía cargá



Quesera de noche y de día
de ese queso puro y prensao
que a espaldas como gatitos jugábamos
a comer y pellizcar desmayaos



Todos los corderillos en la cuadra
lamían y lamían los lazos de su delantal
tiernas criaturitas felices e inocentes
que sus madres celosas daban de mamar



Parece como si de nuevo la viera
en el río los paños del queso lavar
con su lancha y su rodillera
y el cubo en su brazo a medio cortar



¡Que vida tan esclava y ejemplar
luchando siempre por el bien de familia
pensando en dejar una buena herencia
que sólo para mal a todo serviría!



Ni trenes, ni aviones, ni barcos
siempre los mismos caminos
fue al final de vuestra vida
que recorristéis el camino más cortito



Así recuerdo yo a mi padre
con ojos de pitiminí pequeñitos
pero, como un tallo y rosas sin espinas
buen semblante y destacado bigotito



Junco fuerte y difícil de doblar
de mucho carácter y tesón definido
si eras fuerte como un rayo
¿Por qué no seguiste con fuerza el camino?



Hoy que os tengo tan lejos
miro entre estratos, cirros y nimbos
y de noche al cielo estrellado
por si Santiago abre algún camino



Siendo niño muy chiquito
fijamente la mirada se iba hacia las estrellas
se movían repentinamente tan veloces
y mi vista y mi alma se iban con ellas



Ahora que soy bastante mayor
sigo mirando a diario al cielo
por ver si también existen ventanas
y en alguna yo a los dos pudiera veros



También miro a la luna
en fase de luna llena
me parece la cara de mi madre
con sus ojos azules y siempre risueña



Sol de cada mañana reflejado en el mar
que desde la carretera gran estela dejas
eres espejo grande e inmenso
calor de padre que a todos nos calientas



Siempre os seguiré queriendo
aunque nunca más mis ojos os vean
vuestra imagen la llevo en mi retina
y os seguiré viendo aunque me muera



A veces miro y remiro el rosario
aunque no esbozo ninguna palabra
me emociona recordar aquellos adiós
y las cuentas corren por mis dedos sin pasarlas



Águila que vuelas tan alto
y que el cielo tú sueles rozar
haz también de paloma mensajera
y mis pensamientos y cartas házselas llegar



Este hijo que os añora.